El sentido de la cordialidad en la educación superior
- Antonio Lobato Jr.
- 29 sept 2016
- 2 Min. de lectura
Para algunos colegas profesores universitarios, el tema de la cordialidad con sus estudiantes parece ser algo distante de sus compromisos como docente e incluso ajeno a sus responsabilidades. En efecto, incluso por cuestiones de coherencia conceptual, lo mejor es que el ser cordial no haga parte de la lista de "obligaciones contractuales". Sin embargo, así como ocurre en varios ambientes sociales, se constituye en una dimensión sin la cual el ambiente académico se torna pesado, propenso a conflictos y, por ello, poco indicado para el saludable acercamiento al saber construido de manera colectiva. Veamos algunos tips que de pronto no ayudan en nuestra propia educación como personas cordiales hacia nuestros estudiantes, y cuáles las ventajas de esta manera de relacionarse.
El término cordialidad (de origen latino, cor, cordis) está relacionado al corazón, que, a su vez, tiene que ver con afecto y sentimiento y ánimo. Para ser cordial con los estudiantes universitarios, de cualquier nivel académico, también con los doctorandos o posdoctorandos, no pocas veces mayores que uno, no es necesario buscar caminos complicados. Basta relacionarse con ellos como nos relacionamos con nuestros padres o abuelos en el almuerzo del domingo. O sea:
Salúdalos a la llegada y al final del encuentro y sobre todo cuando no lo esperan que lo hagas, o sea, fuera del salón, cuando están sentados tomando un café, cuando están echando chistes en los pasillos, en la calle, en el centro comercial. Para saludar, muchas veces basta con un gesto, una sonrisa, una mirada, un ademán.
Al inicio de la clase, es bueno destinar los primeros minutos para preguntarles como les ha ido, si están bien, qué hicieron el día anterior, si están muy llenos de trabajos y lecturas. Termina este pequeño momento siempre alentándolos a que sigan adelante con ánimo porque "así es la vida", "para ello estamos estudiando" o "ello pasa en las mejores universidades del mundo".
Aprendes los nombres de cada uno de ellos. Esfuérzate en este intento. No desistas. Ello te va hacer sentirte cercano y amigable. Y cuando cometas un error (todos lo cometemos) serás recordado como alguien que también necesita su respeto y su admiración.
Nunca pongas a ninguno en situación de humillación pública. Mantenga la paciencia frente a preguntas sobre temas que ya fueron profundizados. Repítelos de manera sintética con calma. Sorpréndelos con la calma cuando todos esperaban una llamada de atención. Usa siempre la explicación exhaustiva para motivar una norma o una orientación que quieras darles. Estimúlalos siempre al máximo uso de la razón con vistas a que comprendan tu posición respecto al grupo y/o frente al saber estudiado.
Ser cordial ayuda en la construcción paulatina de lazos de confianza y respeto y abre espacio para un diálogo sincero y abierto alrededor del conocimiento estudiado y del proceso de estudios llevado a cabo. Los gestos de cordialidad pone el estudiante en la posición de apertura al debate, sin miedo de oponerse a la opinión del profesor y sin orgullo desequilibrado en el reconocimiento de sus méritos. La cordialidad aporta a la construcción del respeto entre los estudiantes y ayuda en la construcción de una universidad más amigable internamente y con su contexto social.
Comments